- NARRA HAYLEEN –
- ¿Tan rápido ha
oscurecido? - Dijo Andy al mirar la ventana.
- ¿ya es tarde no lo
crees?. -
- Mirándote tocar el
violín de verdad que el tiempo ni siquiera lo sentí. – Escucharlo decir eso
realmente me hizo sentir apenada pero en parte me alago.
- Solo trataba de
pensar en algo mientras Luu vuelve – Sonreí.
- No te preocupes
esta con Bill. – Su expresión era segura
y despreocupada mientras que la mía se lleno de inquietud
- ¿Como que esta con
Bill? Como lo sabes. –
- Bueno… debe estarlo
es decir… no creo que no la haya encontrado aun. - Lo mire extrañada pero el no dejaba de
sonreírme.
- Claro. – Agache la
mirada.
- Hayleen hay una
canción que me gusta mucho… humm no recuerdo el nombre pero la tocaba un hombre
¿“Kogan”?…
- ¿Leonid Borisovich Kogan?. – Me miro con
sorpresa.
- ¡wow! Su nombre es todo un
trabalenguas ¿como es que lo sabes? -
- Me encanta el violín…
y el fue un gran violinista, por
supuesto que se su nombre. – Sonreía encantada mirando mi violín.
- Claro es de
esperarse… -
- Si quieres…
investigas el nombre de la melodía y me dices. Yo con gusto la tocare para ti –
Me levante del asiento en el que me encontraba para dejar mi violín descansar.
- Seria un honor
escucharte. – Se acerco a mí y acaricio
mi cabello.
- NARRA LUU -
- ¡Oye! – Toque
bruscamente el brazo de Bill y esté se detuvo. – No recuerdo que me haya tomado
tanto tiempo llegar hasta aquí. –
- Ya casi llegamos. –
- ¡Dijiste eso hace 2
horas!. –
- Bueno, ya falta
menos que antes. – Sonrió burlonamente.
- ¡Basta!. –
- Si quieres puedo
dejarte aquí…- Miro como quien se siente observado y luego me susurro. - En la obscuridad. – Un escalofrió recorrió todo mi cuerpo.
- ¡No te atrevas! Si
me ibas a dejar abandonada al menos debiste dejarme cuando aun el sol iluminaba
el cielo – Le reproche.
- Así que… ¿si le
tienes miedo a la obscuridad? –
- Por supuesto que
no… es solo que… -
- ¿Que? – Se acerco a
mi interesado.
- ¡Nada! - No le diré que estaba asustada por lo que
vi, de seguro se reiría de mi.
Lo mire con enojo y
continúe caminando a la par suya, mis piernas me estaban matando, me dolían
horriblemente y él… él parecía no
afectarle caminada como si nada, yo estaba muy cansada y de pronto la bolsa que
sostenía pareció volverse mas pesada; ¡quería arrojarla! Dejarla ahí tirada, ya
compraría otro abrigo después pero ¿que le pasa a el? Como es que deja que una
señorita cargue una bolsa pesada y la hace caminar tanto ¿Qué clase de
caballero es ese?
- Estas muy callada
¿te pasa algo? – De pronto rompió el hielo.
- Nada, es solo que…
- Eso es, ahora que suena amable es mi oportunidad de hacer que cargue mi
bolsa. – Bueno… hemos caminado por mucho tiempo y estoy cansada. –
- Sabes… yo también
me siento algo cansado… es una pena que tengas que aguantar esa bolsa hasta que
lleguemos, y caminar con esos zapatos también debe ser cansado.-
- Lo es. – Le dije. Me
sonrió y continúo caminando. - ¿No vas a ayudarme? –
- ¿Quién yo? – Se
hacia el tonto.
- Ni modos que quien
– Lo fulmine con la mirada.
- Para nada… cárgala tú – hizo un gesto como que diciendo
“por tonta” lo cual me estreso.
- ¡Eres un patán! –
- ¡y tu eres una
chiquilla! –
- ¡no eres nada
caballeroso! –
- ¡Te ofrecí cargar
la bolsa antes y no quisiste! –
- ¡Pero…! ¡Jush! – No
sabia que decir… ¡el realmente me enfada!
- Mejor apurarnos a
llegar. – Comenzó a caminar más rápido con gesto de disgusto.
- ¡Oye esperame! –
Eche a correr de tras de el.
- NARRA ANDY -
Escuchar el violín ha
sido realmente hermoso y relajante pero al parecer una llamada de la madre de
Luu fue la que interrumpió ya ha pasado una hora desde que nos habíamos sentado
a tomar una tasa de té… Hayleen entro a su habitación para continuar con la
llamada y luego… el sonido de la puerta.
- ¡No puedo creer que
seas tan grosero! –
- ¡y tu una ingrata!
–
- ¡ya vete! – Le
grito Luu a Bill mientras dejaba caer su bolsa en el suelo.
- ¡Mal agradecida! –
- ¡Patán! –
- ¡Chiquilla! –
- Y… ¿están peleando
otra vez? – Me atreví a hablar. Amos voltearon a verme… Luu tenía cara de sorpresa y Bill… bueno, él
ya sabia que yo estaba aquí.
- ¿Andy…? ¿Donde esta
Hayleen? – Bill entro y cerró la puerta.
- En su habitación
- Respondí su pregunta. Me acerque hacia ella ignorando a Bill por
completo, extendí mi mano y acaricie su mejilla; se sonrojo de inmediato y
aunque no me decía nada sabia que la hacia sentir mejor.
- ¿Pero… que esta
haciendo en la habitación si tu estas aquí? – Baje mi mano y suspire.
- Parece que la llamo
alguien… - Sin mirarme se dirigió hacia la puerta cerrada, la abrió apunto
de chocar con Hayleen quien ya venia
hacia afuera.
- ¡oh! Luu… ya
llegaste – Bill y yo observamos en silencio como Hayleen abrazaba a Luu aliviada.
- ¿Quien llamo? –
- No era nadie Luu. –
- ¿Me prestas tu
teléfono? – Hayleen se lo extendió obediente, el tono de voz de las últimas
palabras de Luu era vacío. Miro la pantalla del celular, se lo extendió de
regreso a Hayleen y luego se dirigió al cuarto en donde yacía ese hermoso
piano.
- Luu espera… - Entro
y cerró la puerta.
- ¿Era alguno de sus
padres? – Pregunto Bill quien había estado callado observando.
- Amm… - Por la
expresión de Hayleen Bill acertó pero ¿como lo supo él? Voltee a mirarlo con
dudas revoloteando por toda mi cabeza.
- Creo que es así. –
Decidido… Bill camino hacia donde Luu había entrado.
- No la molestes… no
se llevan bien y tu presencia podría incomodarle… – Respondió rápidamente
Hayleen y Bill se detuvo pero no precisamente
por lo que Hayleen dijo…
- Otra vez esa
canción… - Dijo Hayleen llevando las manos a sus ojos y de pronto esas notas
parecían transmitir tanta tristeza que incluso sentí como un frio recorría mi
espalda mientras Bill yacía inerte a poco espacio de la puerta
- ¿Hayleen? – La
llame.
- Creo que es mejor
que se vayan – levanto la mirada con los ojos cristalizados.
- Si, eso haremos…
vámonos Bill.- Me despedí de ella con un beso en la mejilla y Bill igualmente,
ambos salimos en silencio. Caminamos unos cuantos pasos y nos detuvimos, esa
melodía triste aun podíamos escucharla.
- ¿Por qué te
detienes? –
-
Nos vamos a quedar… Algo anda rondando a Hayleen – Le dije seriamente.
- No
solo a Hayleen una de esas asquerosas criaturas estaba cerca de Luu hoy –
-
Un… -
- Si
esas porquerías… - Dijo con desprecio. Hace algunos años Bill tuvo un altercado
con los nomos y desde entonces les tiene cierto odio.
-
Pero ellos no le harán daño –
-
¡Pero no están siendo cuidadosos! Luu lo vio y se asusto –
-
como que… ¿lo vio? –
-
Bueno no directamente, solo su sombra –
-
Puede pensar que lo imagino –
-
Eso si – Nos quedamos en silencio aun escuchando la melodía que Luu no dejaba
de tocar, nuestros agudos oídos nos permitían escuchar con la mayor claridad.
-
Bill… ¿como supiste que era alguno de sus padres? –
- No
lo se… solo lo intuí porque antes de que la encontrara hablaba por teléfono con
ellos… su relación no parece buena ya que al terminar comenzó a llorar –
-
Parece afectarle mucho – Dije con tristeza.
- Y…
¿que esta rondando ahí dentro? –
- No
lo se… por eso vamos a quedarnos… -
-
¿Qué es lo que te preocupa? –
-
Que sea grande… -
- NARRA
HAYLEEN -
-
Luu… ¿puedo pasar? –
Me
sentía muy triste pero… no se me ocurrió una excusa mejor, no debí darle el
teléfono… cualquier mentira es mejor a verla así, no me gusta esa canción;
trasmite toda la tristeza que siente, expresa su dolor y lo lamentable que es
no poder hacer nada para cambiar las cosas. Cualquier canción es mejor a esa. A
veces me pregunto; ¿que seria de Luu si yo no hubiera llegado a su vida?, estaría
tan sola y con los padres que tiene. “Pídele que no llame mas a ti te hará
caso” por mas que trate de convencerla su mama no quiso hablar con ella y por
muy ocupados que estén creo que al menos deberían ser considerados en como se
siente Luu yo puedo aguantarlo porque al fin y al cabo no son mis padres pero Luu
los ama y yo la amo a ella por esto me duele verla tan triste.
- Luu…
¿puedo pasar? – Es la segunda vez que pregunto y no me contesta… quizás el
ruido del piano… - ¡oh!- se detuvo. –
¿Luu? – Un sonido y luego la puerta se abrió.
-
Hayleen… - Sus ojos estaban todos rojos por las lagrimas me abrazo y yo le
abrace.
-
Luu si quieres llorar e incluso gritar… hazlo –
-
¿Por qué no me quieren Hayleen? –
- Si
te quieren es solo que están muy ocupados –
-
¿que te dijo madre? –
-
Amm… pues eso… que la disculparas pero estaban ocupados –
-
¿porque no me lo dijo a mi? Al menos para escucharla – Su voz disminuía con
cada palabra y así mismo sentía como mi hombro se mojaba poco a poco.
- Yo
estoy contigo… -
Lloro
por un momento mas y luego me pidió tocáramos juntas una melodía
Igualmente
la manera en como tocaba el piano me parecía triste… pero esta vez al menos yo
la acompañaba, no estaba sola y eso quería, quería hacerle saber que estoy con
ella y no es su culpa la falta de atención de sus padres.
Al
terminar estábamos en su habitación… veíamos la tele mientras se quedaba
dormida…
- Hayleen… ¿me haces piojito? –
-
jaja claro – Una ocasión cuando nuestros
“padres” organizaron una fiesta para presentar a su hija ante la
sociedad de ricos como una adulta. Al volver
madre nos llevo a casa y en la limosina
durante trayecto Luu se recostó
en madre y ella comenzó a rascar su cabeza hasta que se quedo dormida. Desde
entonces cuando esta triste le gusta que haga lo mismo hasta que duerme… quizás
recuerda esa ocasión y por ello se tranquiliza.
-
NARRA LUU –
Ya había
amanecido, comencé a abrir mis ojos lentamente… me dolían debido a la luz que
entraba por la ventana, cuando mi vista se aclaro vi a Hayleen dormida justo a
mi lado… debe ser difícil para ella aguantarme pero no pude evitar derrumbarme
ayer… iba a enderezarme cuando note que nuestras manos se hallaban
entrelazadas. Que ironía, prometí cuidarla desde el incidente y resulta que
ella me cuida a mi, soy una mala hermana. Lo menos que puedo hacer es no
despertarla, esperare un poco más antes de levantarme.
- NARRA ANDY –
Estábamos sentados
observando el departamento a unos cuantos metros de distancia, la chicas que
pasaban nos sonreían y podía notar como Bill les guiñaba el ojo; seguro esta hambriento… y no
lo culpo no hemos comido en días y la
desabrida comida humana simplemente no se compara. De pronto se levanto del
lugar donde nos hallábamos y comenzó a caminar.
- Bill… ¿A dónde vas? –
- Estoy aburrido… en toda la
noche no vi nada extraño así que iré a tocar… -
- ¿Vas a ir a molestar tan
rápido? -
- Tu puedes seguirle acariciando
la mejilla yo voy a platicar con Hayleen. –
- Espérame. – Lo seguí,
tocamos la puerta y nadie abría. – Deben seguir durmiendo. -
- Tocare de nuevo. – Bill
toco y luego de esperar un rato Hayleen abrió, estaba un poco despeinada, al
parecer la habíamos despertado.
- Hola… ¿que hacen por aquí
tan temprano? – Nos miro con una sonrisa.
- Son las 10am – Contesto
Bill.
- Quizás no es tan temprano
– Sonrió avergonzada.
- Perdón si te despertamos –
Me disculpe.
- No se preocupen, ¿quieren
pasar? –
- Claro – Respondió Bill… entramos y el se sentó muy a gusto en el
sofá, yo lo mire y el solo me ignoro.
- ¿Donde esta Luu? ¿Sigue
dormida? –
- Pues no, de hecho
despertamos temprano, solo que no nos habíamos levantado. –
- Eso quiere decir…- La mire
esperando que completara la frase.
- Que no quiere salir de la
cama. –
- ¿Puedo saludarla? –
- Claro, le alegrara verte. –
- Entonces te dejo con Bill…
- Camine hacia la habitación que era de Luu; podía escucharla tararear, me
detuve delante se su puerta y toque suavemente.
- Puedes pasar – Escuche su
voz dulce al pensar quizás que era Hayleen quien tocaba. Entre y se encontraba
tumbada en la cama cubierta por las cobijas, miraba en dirección contraria a la
puerta y su cabeza reposaba sobre sus delicadas manos. Me acerque lentamente
sin decir nada para lo cual antes de llegar giro inquieta ante mis sigilosos
pasos.
- Andy… - Termine de acercarme con una sonrisa, me
senté en la orilla de la cama para poder hablar con ella.
- ¿Dormiste bien? – Le dije
mientras haciendo caso a lo que Bill menciono, acercaba mi mano hacia su
mejilla.
- Si. –
- ¿Por qué no te quieres
levantar? – Esta vez acomode los cabellos sueltos detrás de su pequeña oreja.
- No tengo muchas ganas. –
- Es una pena porque quería
que conocieran un lugar… supongo que si no vas Hayleen no aceptara venir.-
- Hayleen ama conocer nuevos
lugares –
- Y… ¿a ti que es lo que más
te gusta? –
- Pues… - Se quedo pensativa
y finalmente respondió. - Me gusta tocar el piano –
- Como a Hayleen el violín
pero me refiero a tu pasión –
- creo que… supongo… no
tengo una, he vivido preocupada por la atención de mis padres que me olvide de
mi.- Pude notar como apretujaba los
diente para evitar que sus lagrimas salieran.
- Todo está bien – continúe
acariciando su cabello para tranquilizarla.
- NARRA HAYLEEN –
Hacia rato que Andy había
entrado al cuarto de Luu mientras yo comencé a platicar con Bill sin darme
cuenta comencé a hablarle de Luu y por alguna razón llego a mi cabeza el día
en que la conocí…
- Sabes Bill… me siento muy
feliz de haber conocido a Luu. La verdad es que estamos registradas como
hermanas porque sus padres me adoptaron, somos hermanas adoptivas –
- ¿y porque no se
llaman hermanas? –
- Las hermanas pelean
y tienden a ser envidiosas… mientras que las amigas… creo que se procuran más.-
- Sus padres… no
pasan mucho tiempo con ustedes verdad –
- No… pero…que bueno
que vinieron así al menos se distrae. –
- ya que te gusta
conocer lugares iremos a uno nuevo… y llevaremos a Luu -
- ¿de verdad? –
- Si claro.-
- ¿A que se deben las
sonrisas? – Andy apareció de la nada.
- Le decía a Rubí que
saldremos a pasear –
- ¡oh! Que bien
porque Luu se esta cambiando ahora mismo –
- ¿Enserio? – Me sorprendió
que la convenciera de levantarse tan rápido ya que cuando se deprime así suele
pasar casi todo el día hasta que al fin la convenzo de salir.
- Bueno… tu ve a
peinarte – Bill me sonrió amablemente mientras
revoloteaba un poco mi cabello.
- Bueno, bueno pero
ya no me despeines más… - Me levante entusiasmada y me dirigí a mi habitación.
- NARRA BILL -
Desde que llegue y me
tumbe en el sofá tuve una extraña sensación, no parece maligna pero me
inquieta. Andy tiene razón aquí hay algo que se esta escondiendo; cierro los
ojos y percibo el olor a hierva húmeda, quizás es alguna criatura perdida que
llego aquí por casualidad y usualmente los humanos no ven ni escuchan porque
simplemente no quieren hacerlo. El caso de ellas es diferente. Hayleen se
levanto y ahora estamos solo Andy y yo en esa habitación.
- ¿Que piensas? – Mire
a Andy dándole la razón.
- Dijiste que… ¿era
grande? –
- Es lo que creo –
- ¿Porque llegaste a
esas conclusiones? – Titubeo un poco y luego respondió.
- Porque… lo escuche
tocando el piano –
- ¿Es decir que
estaba dentro de esa habitación? – Me
levante sobresaltado.
- Si pero ya debió
irse, entre y ya no estaba –
- Iré a revisar… -
Camine hacia aquella
puerta cerrada, podía sentir la mirada de Andy siguiéndome. Cerré los ojos para
tratar de escuchar mejor; unas pisadas ligeras resonaban en la habitación de
Luu, otras en la de Hayleen, finalmente delante de mí y estas eran distintas.
- Se lo que es… -
Mire Andy y luego en un solo movimiento gire la perilla para tratar de abrir y
la sorpresa que me lleve fue…
Solo espero que hayan escuchado esas hermosas melodias y les hayan gustado
que sera eso que Bill vio?
ResponderEliminarDios suban pronto chicas. . .
Cuidense y un abrazo :D